Arrancamos el año, y qué mejor que empezar con buen pie. Nosotros queremos darte algunos consejos de cómo deberías organizar la inversión publicitaria de tu empresa este año. 

Para empezar, tendrías que tener en cuenta ciertos puntos muy importantes:

El producto que quieras promocionar; puesto que dependiendo del producto que vayamos a enseñar variará su fecha y su lugar de promoción. No vamos a invertir en publicidad de una crema solar en plenas navidades…. ¿O sí?  

El servicio; al igual que el producto, también es primordial saber cuándo y dónde ofertar el servicio. 

El target; tenemos que estudiar muy bien el público al que nos dirigimos. Porque de ello influirá el cómo, cuándo y dónde promocionar el producto o servicio. Imaginemos que tenemos una empresa que se dedica a vender  juguetes para niños, no creo que la mejor forma de promocionarlo sea en la radio a las 2 de la madrugada… 

El presupuesto; antes de empezar cualquier campaña, hay que fijar una cifra de cuánto pretendemos gastarnos este año para la inversión publicitaria. No olvides el post que publicamos unas semanas atrás sobre invertir en publicidad… no es nunca una pérdida sino una inversión al futuro. 

Medios disponibles; a partir del presupuesto, nuestro público objetivo y el productor/servicio que promocionaremos variará el medio donde vamos a difundirlo. Porque cada medio tiene sus propias características que aportan diferentes resultados. 

 

 Además de estos consejos, también hay que tener un objetivo que tenga ciertas pautas para que la campaña publicitaria funcione lo mejor posible.  Las pautas para un buen objetivo tienen que ser: 

 

Específicos: Los objetivos demasiado generales, como «mejorar los resultados de ventas», no nos sirven de mucho. Cada objetivo debe referirse a un área concreta.

Medibles:  En marketing, lo que no se puede medir ¡no existe! Es absolutamente fundamental que los objetivos tengan métricas concretas asociadas, ya que solo así podremos saber si estamos en el camino a conseguirlos o si tenemos que modificar el rumbo.

Realistas: Un error común es fijar los objetivos sin tener en cuenta los recursos y las limitaciones existentes. Aunque siempre es positivo apuntar alto, los objetivos excesivos solo consiguen desmoralizar al equipo. Puede ser aconsejable fijar diferentes rangos de resultados para los objetivos, por ejemplo, el mínimo, el alcanzable y el ideal.

Fecha límite: Un buen objetivo está fijado en el tiempo, ya que es la única manera de vigilar y garantizar su cumplimiento. Además, contar con fechas límite ayuda a organizar el trabajo y proporciona motivación para el equipo.

 

 A partir de estos consejos, podemos empezar a moldear la idea de organizar la campaña publicitaria de este año. Pero  ya sabemos que esto de montar campañas rentables no es fácil, así que sólo tenéis que llamarnos y nos ponemos a trabajar juntos 😉

 

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